Te proponemos una experiencia única en uno de los lugares más bellos de Extremadura.
Compuesta por:
1 noche en casa rural en alojamiento turístico ENTRE ENCINAS Y ESTRELLAS, situado en Fregenal de la Sierra, Badajoz.
1 Copa de vino de bienvenida con bombones de chocolate belga
1 Desayuno saludable compuesto por: pan artesano recién hecho, mermelada artesana, mantequilla, frutas de temporada, leche zumos, café, cacao.
1 clase de astronomía (opcional)
Imagínese una noche de observación de estrellas en una dehesa situada en el corazón de Extremadura, con los sonidos de los animales nocturnos como única compañía y sus ojos acostúmbrándose a la oscuridad. Después de una sesión astronómica inolvidable, descansar en una cómoda casa rural integrada totalmente en la naturaleza y a la que no le falta un detalle a nivel de confort. Así es la experiencia que hemos podido disfrutar en el complejoEntre Encinas y Estrellas en Fregenal de la Sierra y queremos compartirla con nuestros lectores.
El complejo astronómico de vanguardia Entre Encinas y Estrellas, o E-eye como es conocido, de los astrónomos y empresarios José Luis Quiñones y Cristina Fabo, está ubicado en la provincia de Badajoz (Extremadura) en una zona integrada en la Reserva Starlight del Lago Alqueva.
Tal es la calidad del cielo oscuro en Entre Encinas y Estrellas, que albergan el mayor hosting de telescopios de Europa. Eso significa que astrónomos de todo el mundo instalan en este lugar sus observatorios individuales de alta tecnología para tener al alcance el firmamento de Extremadura. Esto es un privilegio para aficionados y profesionales del cielo de Polonia, Finlandia, Bélgica y otros muchos países más que no tienen la suerte de la climatología extremeña.
Pero si usted lo que desea es vivir una experiencia de astroturismo para sus vacaciones, tome nota, porque Entre Encinas y Estrellas está ideado para convertir el turismo de estrellas en una vivencia inolvidable para todos los públicos.
Nuestra estancia en E-eye
Hasta Entre Encinas y Estrellas se llega fácilmente por carretera, cogiendo la A-66 en dirección Mérida si viene desde Sevilla. Pero conviene llevar navegador porque el complejo se esconde de la contaminación lumínica en una fértil dehesa en Fregenal de la Sierra.
Ideal para parejas y familias, este viaje de astroturismo ofrece todo lo que lo visitantes acuden a buscar: naturaleza, desconexión y estrellas al alcance de cualquiera.
Cuando llegamos a E-eye nos recibe Cindy Castaño, técnico en turismo del complejo, y nos ofrece un didáctico paseo por las instalaciones antes de hospedarnos.
Nos alojamos en la preciosa casa Cassiopeia (todas las viviendas tienen nombres astronómicos, como no podía ser de otra forma), frente a la piscina de agua salada.
Un espacio totalmente integrado en la dehesa, cómodo y delicioso, en el que no falta un detalle. Las casas tienen mucha superficie acristalada para disfrutar del paisaje diurno y nocturno, con una climatización perfecta para no perder comodidad en ninguna época del año.
Las casas rurales están pensadas para albergar entre 2 y 6 personas. A los 3 alojamientos habituales se suma la recuperación de un antiguo molino que duplica la capacidad de E-eye.
Aprovechamos la tarde para dar un paseo por la dehesa hasta el santuario de la Virgen de los Remedios, a 7 kilómetros de Fregenal de la Sierra, disfrutando de la desconexión en la naturaleza en un paisaje ya primaveral con olor a cantueso.
Cae la noche e impacientes (y abrigados) nos dirigimos a la rosa de los vientos donde se realiza la observación astronómica.
Allí nos espera con todo el material preparado José Manuel, el astrónomo de Entre Encinas y Estrellas. Con él descubrimos el cielo en esta época del año, la formación de las nebulosas y galaxias, curiosidades y eventos celestes.
Es una observación adaptada a todo tipo de público, ya que el astrónomo evalúa el nivel de los participantes con algunas preguntas, se pone a su nivel y le hace un tour personalizado por el universo.
José Manuel nos cuenta leyendas sobre las constelaciones mientras recoloca la posición del telescopio en busca de un bello objetivo.
“Ahí lo tenéis” dice “El gran cúmulo de Hércules, o M13, una de las formaciones más bonitas del cielo de abril en el hemisferio norte”. Recorremos el firmamento de un extremo a otro aprendiendo de forma amena sobre esas luces que nos contemplan a miles o millones de años luz. Y acabamos el viaje estelar posándonos sobre la Luna y contemplando sus cráteres como si pudiéramos tocarlos con los dedos.
Con esa última imagen lunar nos vamos a dormir y despertamos por la mañana como si lleváramos toda la noche soñando con viajar por las estrellas.
Y es que ya nos lo dijo Cristina Fabo cuando conocimos Entre Encinas y Estrellas:
“En E-EyE tiene cabida todo el mundo, sea profesional o amateur de la astronomía, turistas o familias que quieran disfrutar del astroturismo en un alojamiento singular y encantador”.
Los visitantes de Entre Encinas y Estrellas se encuentran con un lugar maravilloso, con un paisaje, una historia y una gastronomía sorprendentes y al que se puede traer a toda la familia para disfrutar a la vez de un hobby y de las vacaciones. “Todo el que viene repite”, concluía la co-propietaria. Y no podemos estar más de acuerdo.
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